Es cierto que la ley se puede interpretar de mil formas y que los jueces dan una solución distinta a cada problema. Si no fuera así, no tendrían sentido los recursos. Y más cierto es que todos somos jueces frustrados. Lo hacemos cada día, de nuestro vecino, de nuestro compañero de trabajo y, cómo no, de los problemas cotidianos. Pero una cosa es opinar y otra juzgar, aunque ese matiz parezca que no tiene importancia. Damos nuestra opinión entre amigos sobre qué sitio es mejor para cenar pero si hablamos de alguien sentenciamos. Resolver es una ardua labor, seria y rigurosa para la que no solo hacen falta conocimientos jurídicos que nos permitan comprender las consecuencias de esa sentencia. Además, hay que ser objetivo, actitud difícil de quien no es juez. Les vamos a poner un ejemplo: lean esta reseña de la Sentencia, saquen conclusiones y luego sigan con el breve comentario que les hacemos. Si quieren, lean después el texto íntegramente. No se justifiquen con que la reseña es breve porque seguro que Vds. han opinado de resoluciones judiciales de las que conocían aún menos contenido.
Condenado a dos años de cárcel un director de banco que se apropió de 1,1 millones € de clientes
La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a dos años de prisión y multa de cuatro meses a razón de 12 euros al día al director de una sucursal bancaria de la capital que se apropió de más de 1,1 millones de euros de clientes de la entidad.
¿Qué han entendido?
- EL CONFIADO dirá: dos años y cuatro meses entre rejas y, además del multón, tiene que devolver el dinero.
- EL ESCÉPTICO comentaría: entrará en la cárcel por una puerta y saldrá por otra en una semana, no pagará la multa porque será insolvente, y luego recogerá el dinero que robó y que tendrá guardado como el Dioni.
- EL CRÍTICO opinaría: como no tiene antecedentes penales pagará la multa y se librará de la cárcel.
- EL EMPÁTICO aseguraría: pobre hombre, es excesivo estar dos años en la cárcel por eso. Robar a un ladrón tiene cien años de perdón.
- EL LEGULEYO sentenciaría: el juez le pone una pena privativa de libertad simbólica, una multa para pagarla en cuatro meses y le da igual si devuelve o no el dinero robado porque cumple condena por eso.
Pues resulta que no sucederá ninguna de esas situaciones.
La realidad es que pagará una multa de 1440 € y que, si no devuelve el millón cien mil euros a la entidad bancaria, va directamente a la cárcel.
¿Acertó?
Aquí tiene el enlace