Otra más. ¿Cuántas resoluciones van ya dando un giro radical a la contratación de bancos, ayuntamientos, multinacionales etc. que día tras día y año en año han jugado con los particulares? Es lamentable. Un gran juez, Francesco Carnelutti decía que “es bastante más preferible para un pueblo el tener malas leyes con buenos jueces que no malos jueces con buenas leyes”. Recuerdo ahora esta frase porque ¿de qué nos sirve tanta legislación sobre cláusulas abusivas, sobre el tamaño mínimo impreso de la letra pequeña o tanta parafernalia y tanta diarrea legislativa protectora de los derechos del consumidor si la aplicación es contraria y hasta tozuda? Este jurista no entiende (díganme entonces los profanos en leyes) la sinrazón de la justicia: una ley nos otorga un derecho, los tribunales lo deniegan, y luego otro superior (sea europeo, el Supremo o el Constitucional) nos lo reintegra, pero cuando intentamos hacerla valer esa sentencia…aparece otra vez el juez de antes. Lo siento, pero es así. Ahora lo de las cláusulas suelo…depende, porque si el préstamo está cancelado… Y los gastos de hipoteca…depende, porque…
Cláusulas suelo, gastos de hipoteca, ahora las plusvalías… todo pagado sin rechistar para no meternos en pleitos, como si fuera el abismo o las tinieblas. Ya he oído que para reclamar lo que se ha pagado de más en plusvalías solo serán rentables aquéllas demandas que superen los cinco mil euros por aquello de los gastos judiciales. Hay que evitar a los abogados ¡como si fueran el problema y no hayan sido la solución!
Por eso, acabaré con otra frase. Vaya, de Maquiavelo: “hay que tener buenas armas para tener buenas leyes”. Y Maquiavelo sabía que las armas eran el poder. Y más poder cuanto menos se necesiten las armas.
Dios nos coja confesados porque esto…lo vamos a pagar. Ellos no pueden perder y nosotros estamos acostumbrados a no ganar.
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